Desde 1984, en que fue publicado el Real Decreto 137/1984 sobre Estructuras Básicas de Salud y que inició la reestructuración de los servicios sanitarios en Atención Primaria, así como el Decreto 60/1985 de la Consejería de Bienestar Social, que organizó funcionalmente las Zonas Básicas de Salud de Castilla y León, las intervenciones en materia de gestión sanitaria en Atención Primaria han sido muy limitadas, conservadoras y de escaso calado.

Más de 35 años después, existen factores que motivan la necesidad de realizar nuevas intervenciones, entre los que destacan la elevada edad de la población y su gran dispersión por toda la región, la mejora de la red de comunicaciones y telecomunicaciones, o las dificultades para garantizar una adecuada atención sanitaria debido al importante déficit de profesionales, como consecuencia de la falta de atractivo laboral. Estos factores representan algunos de los que habían propiciado el desarrollo e implementación de medidas en la Atención Primaria en Castilla y León (Nuevo Modelo de Asistencia en el Medio Rural), si bien existen otros condicionantes como la infrafinanciación de la Atención Primaria, la reducida capacidad clínica resolutiva o la falta de diferenciación funcional entre los profesionales que prestan asistencia en consulta y Atención Continuada, en el vigente modelo de gestión.

La situación laboral de los profesionales sanitarios en Castilla y León ha sido descrita en múltiples ocasiones, poniendo de manifiesto las peculiaridades de los médicos/as y enfermeras/os de Atención Primaria, entre los que se incluye a los profesionales de área. Estos últimos representan un tipo de vinculación laboral coincidente con el inicio de la vida laboral de los profesionales en este nivel asistencial, siendo además un tipo de contratación recurrente que ha incrementado significativamente el déficit de profesionales, por lo que supone un motivo determinante a valorar para la adecuada planificación sanitaria y posterior desarrollo del nuevo modelo asistencial y de gestión en Atención Primaria.

Son múltiples las necesidades en el ámbito sanitario que motivaron que la Consejería de Sanidad iniciase la citada intervención sobre el modelo de asistencia en el medio rural, poniendo en práctica un nuevo sistema organizativo a través de un plan piloto en la Zona Básica de Salud de Aliste (Zamora). Este nuevo plan, que ha generado gran controversia entre la población, alcaldes y sindicatos, pretende garantizar la asistencia de las consultas ordinarias, tanto del personal médico como de enfermería, si bien no ofrece soluciones para la cobertura de la asistencia sanitaria fuera de dicho horario (en la “Atención Continuada”), y para cuya función no dispone de más personal; debiendo de recurrir de forma permanente a profesionales de otras administraciones o gerencias externas, o realizar las coberturas con el personal de los Equipos de Atención Primaria, con jornada complementaria y libranzas.

A diferencia de otros servicios sanitarios, la Consejería de Sanidad de Castilla y León no dispone de personal específico con la función específica de Atención Continuada y Urgencias en los Centros de Salud (para prestar la asistencia fuera del horario matutino de consulta); si bien es horario preferente de la jornada laboral de los médicos y enfermeras/os de área, asignándose según diferentes criterios. Esta particularidad organizativa del Servicio de Salud tiene importantes consecuencias sobre la eficiencia y la calidad asistencial.